¡SOMOS HIJOS DE DIOS!:
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (Jn. 1:11-13).
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (Jn. 1:11-13).
Hay motivos para hacer una REFLEXIÓN:
Jesús vino a los judíos y ellos lo rechazaron. Él vino a darles la buena noticia del reino de Dios y no le escucharon. Pero sin embargo los que si creyeron en su mensaje, les dio el poder de ser hijos de Dios.
Que ilusión que seamos declarados sus hijos todos los que confiamos en el Señor como nuestro Dios.
Que ilusión que seamos declarados sus hijos todos los que confiamos en el Señor como nuestro Dios.
No existe mayor honor que seamos declarados como sus hijos. Un nuevo nacimiento que nos otorga el derecho de ser ciudadanos del reino de Dios, Un nuevo concepto de un nacimiento espiritual invisible, pero real, pues es la promesa del Señor.
Somos seres privilegiados pues somos hijos del creador, por medio de este nuevo nacimiento, una noticia muy importante para todos los humanos. Es el llamamiento del Señor que ha tocado tu corazón, se ha fijado en tí dándote un derecho que ni los ángeles tienen. ¡Alegra tu corazón, pues tienes la seguridad de la salvación!.💖💖
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