Se maravillaban de como se expresaba y oír esto se quedaron admirados; y dejándole, se fueron y le hacen
la pregunta sobre la RESURRECCIÓN
(Mc 12.18-27; Lc 20.27-40)
la pregunta sobre la RESURRECCIÓN
(Mc 12.18-27; Lc 20.27-40)
Aquel mismo día acudieron algunos saduceos a ver a Jesús.
Los saduceos niegan la resurrección de los muertos, y por eso le plantearon este caso: Maestro, Moisés dijo que si uno muere sin dejar hijos, su hermano deberá tomar por esposa a la viuda para dar hijos al hermano que murió.Y Ahora pues, en la resurrección, ¿cuál de los siete hermanos la tendrá por esposa, si todos estuvieron casados con ella? Mateo 22,23-24) Los saduceos solo aceptaban el pentateuco y no creían en la tradición oral que Jesús algunas veces critico.
Los fariseos creían en la resurrección de los muertos, pero no así los saduceos. Estos los saduceos citan la “ley del levirato”, por la cual, si un hombre moría sin dejar hijos, su hermano o pariente más cercano debía casarse con la viuda y tener con ella descendencia, que sería contada como si fuera del difunto.( Dt 25.5-10).
. Y Jesús les contestó:
–Os equivocáis porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios. Cuando los muertos resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. (Mateo 22,29-30) La respuesta de Jesús es clara se esta refiriéndose a una resurrección espiritual en el cielo.
–Os equivocáis porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios. Cuando los muertos resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. (Mateo 22,29-30) La respuesta de Jesús es clara se esta refiriéndose a una resurrección espiritual en el cielo.
Y otra vez Jesús argumenta brillantemente, "en cuanto a que los muertos resucitan, ¡Las palabras de Jesús están en presente! Tal vez indicando la proximidad del acontecimiento ¿no habéis leído que Dios mismo dijo: Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob’? ¡Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos!" Jesús cita Ex 3.6, interpretándolo en el sentido de que el Dios viviente no puede ser Dios de muertos y, por tanto, si él es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, estos deben de estar “vivos” y han de resucitar.
Al oír esto, la gente se quedó admirada de las enseñanzas de Jesús (Mateo 22,31-33) Enric❤️❤️
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